Cuidado de la piel en primavera
Los días se alargan y van subiendo las temperaturas, vamos viendo el paso de la primavera y va llegando el verano. Es el momento de liberarnos de capas de ropa, pero la primavera no solo trae consigo la promesa de actividades al aire libre y deliciosos aperitivos en las terrazas, sino también desafíos para nuestra piel.
Los cambios bruscos de temperatura, los días lluviosos y húmedos, e incluso los alérgenos en el aire pueden afectar. Por ello es importante prestar atención y proporcionarle a tu piel el cuidado adecuado para que pueda mantenerse sana y radiante.
El calor primaveral despierta nuestras glándulas sudoríparas y sebáceas, lo que puede afectar nuestra piel, lo que se traduce en: poros dilatados, más puntos negros y espinillas, características típicas del acné.
Si sientes los efectos del cambio de estación en tu piel, ajusta tu rutina de skincare. Asegúrate de aplicar protector solar adecuadamente y elige productos libres de aceite y no comedogénicos.
La transición estacional también puede hacer que la piel se vuelva más sensible, mostrando signos como sequedad, tirantez, enrojecimiento y picazón aumentada, además de una mayor propensión a las irritaciones.
En la primavera, es frecuente el aumento de los eczemas. Por ello, es esencial mantener la piel bien hidratada y optar por ingredientes calmantes y reparadores en nuestra rutina de cuidado diario.
Preparación de la piel para el verano
Una vez tenemos el punto anterior claro, es fundamental tener en cuenta que la exposición al sol es inevitable durante el verano y, aunque todos amamos esa sensación cálida en la piel, también debemos ser conscientes de los efectos dañinos que puede tener.
Es fundamental protegernos del sol para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro y, lo más importante, reducir el riesgo de cáncer de piel. ¿Cómo podemos hacerlo? ¡Te lo contamos a continuación!
Empieza por elegir un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30. Aplícalo generosamente sobre la piel expuesta cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar. No olvides proteger áreas sensibles como el rostro, el cuello, las orejas y los labios. Además, considera usar ropa que te cubra de la exposición solar y buscar sombra durante las horas pico de radiación.
Pero si quieres preparar la piel para el verano de manera correcta, ve más allá de la protección solar. Es importante mantener la piel hidratada y bien cuidada para enfrentar el clima cálido. Opta por limpiadores suaves que eliminen la suciedad y el exceso de grasa sin resecar la piel, y asegúrate de seguir con una rutina de hidratación adecuada para mantenerla flexible y radiante.
Además, no subestimes el poder de la exfoliación para deshacerte de las células muertas de la piel y revelar una tez más suave y luminosa. Pero recuerda, la clave está en la moderación. Demasiada exfoliación puede irritar la piel, especialmente durante los meses más soleados.
Por último, no olvides prestar atención a áreas específicas que pueden necesitar cuidados extras durante el verano, como los pies y los labios. Exfolia suavemente los pies para deshacerte de la piel seca y áspera y, por otra parte, aplica regularmente un bálsamo labial con SPF para protegerlos del sol y evitar la sequedad.
Estos consejos son simples pero efectivos, sobre todo si eres una persona comprometida con la rutina de cuidado de la piel y usas buenos productos
¡Así que adelante, prepárate para disfrutar del sol, la playa y todas las actividades al aire libre que están por llegar!
Cuidados de la piel en verano
Para cuando llegue el verano, debes de haber ajustado tu rutina de cuidado de la piel para protegerla del sol y mantenerla radiante durante los meses más cálidos y soleados del año. Sigue estos pasos para asegurarte de que tu piel esté lista:
- Comienza y termina tu día con una limpieza suave para eliminar la suciedad, el sudor y los residuos de protector solar. Opta por un limpiador suave que no reseque la piel, especialmente si tiendes a tener la piel sensible.
- Aplica generosamente un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 todas las mañanas, incluso en días nublados. Asegúrate de cubrir todas las áreas expuestas de la piel, sin olvidar el cuello, los brazos y las piernas. Reaplica cada dos horas, especialmente si estás nadando o sudando.
- Opta por una crema hidratante ligera y libre de aceite para mantener la piel hidratada sin obstruir los poros. Busca ingredientes como el ácido hialurónico, que ayuda a retener la humedad en la piel sin dejarla grasa.
- Incorpora la exfoliación suave una o dos veces por semana para eliminar las células muertas de la piel. Sin embargo, evita exfoliantes abrasivos que puedan irritar la piel, especialmente durante los meses de sol intenso.
- Atención a los labios y los ojos. No te olvides de protegerlos con un bálsamo labial con SPF y usa gafas de sol que bloqueen los rayos UV para proteger tus ojos y la piel delicada alrededor de ellos.
- Después de un día al sol, hidrata y calma la piel con una loción after-sun que contenga ingredientes como aloe vera y vitaminas (vitamina E) para ayudar a aliviar la piel irritada y prevenir la sequedad.
Con esta rutina de cuidado de la piel, estarás lista para hacer frente al verano, pero… Recuerda, ¡la consistencia es clave!
Cómo cuidar la piel grasa en verano
Para cuidar la piel grasa durante el verano y evitar que el calor y la humedad empeoren el problema, aquí tienes algunos consejos:
- Lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave formulado específicamente para pieles grasas. Esto ayudará a eliminar el exceso de aceite, la suciedad y las impurezas sin llegar a resecar demasiado la piel.
- Utiliza productos libres de aceite, como hidratantes y protectores solares que estén etiquetados como «oil-free». Estos productos ayudarán a controlar el brillo y a prevenir la obstrucción de los poros.
- Elige protectores solares ligeros y no comedogénicos, que no obstruyan los poros ni empeoren el aspecto graso de la piel. Busca fórmulas que se absorban rápidamente.
- Exfolia tu piel suavemente una o dos veces por semana.
- Aunque la piel grasa produce naturalmente más aceite, aún necesita hidratación. Busca cremas hidratantes ligeras y no comedogénicas que equilibren la hidratación de la piel sin agregar exceso de grasa.
- Mantén una dieta equilibrada. Los alimentos grasos y procesados pueden contribuir al exceso de producción de sebo en la piel. Trata de mantener una alimentación saludable rica en frutas, verduras y proteínas magras para ayudar a controlar la producción de aceite.
Siguiendo estos consejos y manteniendo una rutina de cuidado de la piel consistente, podrás controlar la piel grasa durante el verano y lucir un cutis radiante.
Cuida tu piel después del verano
Después de disfrutar del sol y las actividades al aire libre durante el verano, es importante cuidar tu piel para ayudar a restaurarla y mantenerla saludable. Aquí tienes algunos consejos para mimar tu piel después de los meses más cálidos del año:
- El sol, el viento y el agua salada pueden dejar la piel deshidratada después del verano. Opta por una crema hidratante rica en ingredientes como el ácido hialurónico y la vitamina E para restaurar la hidratación perdida y dejar la piel suave y flexible.
- Considera incorporar tratamientos reparadores en tu rutina, como mascarillas hidratantes o productos con ingredientes calmantes como el aloe vera y el té verde. Estos ayudarán a calmar la piel irritada y a reducir cualquier enrojecimiento o sensibilidad.
- Aunque el verano haya terminado, la protección solar sigue siendo esencial. Usa un protector solar ligero todos los días, incluso en días nublados, para proteger tu piel de los daños causados por los rayos UV y prevenir el temprano envejecimiento de la piel.
- Los labios también pueden necesitar cuidados especiales después del verano. Usa un bálsamo labial hidratante para reparar los labios secos y agrietados y protegerlos del viento y el frío que llegan con el otoño.
¡Tómate un tiempo para cuidarte y prepararte para la siguiente temporada! Además, valora qué suplementos para pelo, piel y uñas pueden venirte bien.
Perfil del autor
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-Grado en Nutrición Humana y Dietética. Técnico Superior en Dietética.
-Experto universitario en Nutrición Humana y Dietética (UNIR).
-Desempeña labor asistencial de consulta de nutrición y dietética en el centro médico CellMedik.
-Miembro co-fundador del Centro de Formación Escuela europea de Ciencias de la Salud (EECS) y responsable del Área de Nutrición, además ser co-fundador y miembro directivo de la SESAP.
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-Grado en Nutrición Humana y Dietética. Técnico Superior en Dietética.
-Experto universitario en Nutrición Humana y Dietética (UNIR).
-Desempeña labor asistencial de consulta de nutrición y dietética en el centro médico CellMedik.
-Miembro co-fundador del Centro de Formación Escuela europea de Ciencias de la Salud (EECS) y responsable del Área de Nutrición, además ser co-fundador y miembro directivo de la SESAP.